A pesar de su longitud (unos 20 cms.) se movía con una rapidez y agilidad que doy por buenas estas dos fotos.
La picadura de este animal es muy dolorosa, pues tiene dos mandíbulas (forcípulas) con forma de espinas que contiene glándulas de veneno. Sin embargo no hay que temerla, pues es de hábitos nocturnos y sólo pica cuando es acosada.
Aquí abajo, si os fijáis en la cabeza, podéis ver los aguijones que os digo por delante de las primeras patas.
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