Esta es, sin duda, la medusa más conocida de nuestra zona. Todo el mundo la teme cuando llega a la playa, pues le impide bañarse tranquilo, y en estos días es más que abundante. Aquí la puedes ver como se aprecia debajo de agua.
La solución primera (y más efectiva) a la picadura es frotar la zona afectada con arena y agua de mar, para intentar quitar las microscópicas agujas que nos inyecta.
Ya habré dicho lo simple que son estos animales. De hecho, los únicos órganos que se pueden observar a través de sus transparentes cuerpos son las gónadas (las masas rosadas que se aprecian en la foto de abajo), que fabrican los gametos, espermatozoides y óvulos, que se unen en el agua para formar larvas que formarán nuevas medusas. Si no hay enemigos naturales, la probabilidad de supervivencia es mayor, y por eso se acumulan en nuestras costas.
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