Hace una semana que ocurrió una tragedia que tardaremos en digerir los que amamos la naturaleza, como fue el incendio que ha destruido el Alcornocal de Lújar. Aunque hay una posibilidad de recuperación si llueve los suficiente, ya que los alcornoques resisten bastante bien los incendios, tardaremos bastante en ver resultados positivos. Paciencia pues.
Pero para levantar el ánimo tengo una buena noticia, a nivel personal, pues en la inmersión de este domingo pude ver (¡por fin!) una especie que tenía muchas de observar. Aunque nos recuerda al erizo negro de toda la vida (pincha aquí para ver la entrada en este blog) hay que fijarse en lo larguísimas que son sus espinas, que lo hacen inconfundible.
Lo interesante es que este animal está en el convenio de Berna como especie amenazada, en el Catálogo español de especies amenazadas, en la Directiva Hábitat y en el listado andaluz de especies silvestres en régimen de protección especial. Por todo lo anterior tiene un plan de seguimiento de sus poblaciones. Es una especie que apenas se ve en el Atlántico y un poco más en el Mediterráneo, aunque sigue siendo rara de ver. Esta joya la tenemos aquí, en los acantilados de Calahonda-Castell, de ahí es la foto.
Por eso, y volviendo al tema del incendio, tenemos un motivo más para seguir luchando porque las Sierras de Lújar y La Contraviesa, incluyendo nuestros acantilados, sean de una vez Parque Natural. No es la primera especie en peligro o vulnerable que viene a este blog de este futuro parque. La riqueza natural sigue siendo elevadísima y por ello seguiremos exigiendo: "Sierra de Lújar Parque Natural ¡YA!".
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