Fijaros en sus patas delanteras, cada una de ellas coge un hilo para mantener tensa la tela y así percibir cuando un insecto se engancha (es como si pescara). Entre estas patas podéis ver la cabeza con varios ojos.
Este ejemplar medía unos 2 cm el cuerpo y lo tomé en las inmediaciones del camino de Lagos, a unos 6 km de Motril. Como véis, no hay que irse muy lejos para ver maravillas como esta.
Gracias por pasaros, saludos cordiales.