Hace poco conseguí resolver un misterio que tenía en mente, y era el de unas manchitas que salen en muchas cocheras y en casas abandonadas, que recordaban vagamente a pupas (lo que popularmente llamamos capullos) de insectos. Pues resulta que, efectivamente, son pupas de insecto, en concreto de una polilla del género Phereoeca.
Lo curioso es que estas larvas de polilla viven dentro de estos estuches que construyen con seda que fabrican y la llevan a cuestas, a modo de caparazón protector. De hecho, Phereoeca viene del griego "Phere" (traer) y "oikos" (casa): que trae la casa. Estos estuches contienen trozos de arena y restos de diversos materiales, incluido el plástico. Tras un tiempo cierra la pupa y sale al exterior la polilla ya adulta.
En la imagen de arriba se ven los restos de la pupa (capullo) abajo, a la izquierda del estuche. En la imagen de abajo se ve un plano más lejano donde se ven los agujeritos típicos de la columna de hormigón en el que estaban. En esta imagen también se ve, encima de mi firma, un estuche abandonado y pintado de blanco, como el resto de la pared.
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