Las algas son un grupo difícil de identificar, pues muchas características son de naturaleza microscópica y, por lo tanto, hace imprescindible el uso del microscopio. No obstante, por el aspecto externo y por la consulta de diversas páginas sobre algas me inclino a decir que es la
Ulva rigida, del mismo género que
U. lactuca o lechuga de mar, que se comercializa para su consumo humano.
Seguramente ya lo habré dicho en el blog, pero las algas se disponen, en general, ordenadas por sus pigmentos, pues la luz es distinta según la profundidad, como indiqué en
esta entrada. Por eso mismo cerca de la superficie abundan las algas verdes (
Clorophyta o
clorofíceas), pues aprovechan mejor el rojo que se queda a poca profundidad. A mayor profundidad encontramos las algas rojas (
rodofíceas) que aprovechan el azul y violeta, últimos colores antes de desaparecer la luz totalmente. A profundidades medias algas con coloración intermedia: las algas pardas o
feofíceas.
Aprovecho también para indicar que las algas tienen numerosas propiedades médicas. Se ha conseguido con diferentes sustancias fabricadas por estos seres controlar numerosas enfermedades. Además se apunta como uno de los principales alimentos en una Tierra superpoblada (requisitos muy sencillos para su cultivo) y también como sumidero de CO2, es decir, para luchar contra el cambio climático.