Para romper la sequía del blog (diez días sin publicar nada) traigo a la hormiga león, que recibe su nombre por la actividad de su larva, que es una voraz carnívora que vive semi-enterrada en el suelo en el centro de un agujero con forma de embudo: cuando un pequeño insecto o araña cae en el embudo es capturado por las grandes mandíbulas de nuestro protagonista.
Tras una metamorfosis surge el imago o adulto, el que puedes ver en las fotos. Si vas estos días por el campo y ves una especie de libélula volando torpemente es sin duda es un ejemplar de esta especie. Sin embargo no pertenece al orden de los odonatos (libélulas) sino a otro denominado neurópteros. Las fotos son de las inmediaciones del Tajo de los Vados.
Un gran trabajo, me encantan estas imágenes
ResponderEliminarUn gran saludo de un seguidor
Desde Doña Mencia (Córdoba)
Gracias, Juani. Saludos.
EliminarUnas buenas fotos a pesar de la evidente dificultad y una magnífica explicación.
ResponderEliminarMi enhorabuena amigo.
Pues sí, eché un ratillo en sacarlas. Gracias, Enric, un saludo.
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