Esta flor es muy pequeñita, apenas medio centímetro de diámetro. Hay que agacharse, acercarse a ella, ya que si no, te pierdes esta preciosidad. Y es que el mundo natural, muchas veces, está ahí, escondido, esperando a que lo descubras. Por cierto, la foto es regular, pero se acerca bastante a la realidad.
Gracias a Facebook, y en especial gracias a José Antonio Hódar, profesor de Ecología de la Universidad de Granada, que he podido saber su nombre, gracias a su amable identificación. Y es que las redes sociales no siempre son un escaparate de vida social, y es maravilloso que haya gente que te ayude en este complejo mundo que es el vegetal.
La planta es del Conjuro, Sierra del Jaral. Todavía no entiendo como es posible que no esté protegido con las maravillas que contiene, pero así es la especie humana. Acabo con una imagen de la planta completa: