Esta mosca es muy frecuente en las casas, pues son atraídas por el olor a fruta que hay en las cocinas. Y ya no podemos decir que las moscas son feas, a la vista de las iridiscencias que reflejan los ojos, mezclando esos tonos verde-azulados con el rojo. Y no digamos el veteado de las alas, parecen diseñadas por un artista.
Pero lo que tiene de bonita lo tiene de nociva, pues pueden estropear las cosechas de árboles frutales, los cuales abundan en nuestra tierra. Ataca por igual cítricos, chirimoyos, aguacates... De hecho, si habéis dado una vuelta por la vega veréis que en algunos árboles hay colgadas unas cajitas amarillas que son trampas para ellas, y evitar así que se reproduzcan. En éste enlace tienes un estudio sobre el control de ésta mosca en un cultivo en Motril.
El adjetivo "mediterránea" es para distinguirla de la mosca de la fruta (Drosophilla), esta última muy famosa pues es muy usada en estudios genéticos.
Aquí abajo una vista superior.