miércoles, 18 de abril de 2018

Briophyta, Pottiales? (musgos)


Voy a saldar una pequeña deuda con el blog, y es que uno de los grupos de plantas más comunes, los musgos, sólo había salido una vez y mostrando al grupo de las hepáticas (Marchantiophyta). Hoy traigo al, quizá, más abundante, el de los briófitos.

Hay un poco de lío con los nombres. Si visitamos incluso Wikipedia nos indica dos acepciones: Bryophyta sensu lato (sentido amplio), que comprendería a todas las plantas no vasculares, y Bryophyta sensu stricto (sentido estricto), que incluiría a un único tipo de planta vasculares, los musgos.

Esta foto, que se tomó en la época de lluvias, nos muestra la característica más llamativa de los musgos: su reproducción. La especie de espigas que vemos son los esporofitos, que como su nombre indica, se encargan de fabricar las esporas que, si alcanzan un sustrato favorable, desarrollarán el gametofito o la planta en sí, las manchas verdes de la fotografía. Cabe señalar lo más interesante, a mi juicio, de estas plantas: los esporofitos son diploides, es decir, tienen un número doble de cromosomas, como la inmensa mayoría de seres vivos. Pero las esporas se forman por una división especial (meiosis) que reduce su número de cromosomas a la mitad. Es decir, la parte verde (la más grande) tiene la mitad de los cromosomas.

Pero aún hay más curiosidades: los gametos o células sexuales másculinas se desplazan como la de los animales: con flagelos. Es por ello que es imprescindible que haya agua para que se desplacen hacia los gametos femeninos (óvulos) para unirse a ellos. Y cuando se unen fusionan sus respectivas dotaciones cromosómicas y desarrollan el esporofito, que fabrica las esporas que formarán los gametofitos que cierran el ciclo. Pincha aquí para ver un esquema muy clarificador.

Y todavía un par de detalles sorprendentes: tras las angiospermas o plantas con flor son el grupo con mayor diversidad (cerca de 20000 especies, más que los helechos y las gimnospermas juntos), y son considerados los primeros seres vivos terrestres, independientes del agua. Desde el punto de vista ecológico tienen una gran importancia pues se pueden instalar en rocas desnudas, ya que no tienen raíces y pueden preparar el sustrato para otros seres vivos al crear materia orgánica. Pincha aquí y verás con más detalle el proceso de sucesión ecológica.

Por último, tienen gran resistencia a la sequedad, en el sentido de que permanencen en un estado latente, prácticamente muertas, y cuando se vuelven a hidratar "resucitan" y reinician su vida.

En nuestra comarca hay que buscarlos en sitios muy húmedos y sombríos (en rocas que miran al norte). Aquí abajo una vista más general de unos ejemplares en un muro en pleno casco urbano de Granada.



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