Una de las plantas que he descubierto este verano en nuestras playas, en concreto en la playa de Carchuna. Pertenece a la misma familia que el hinojo vulgar: las umbelíferas (apiaceae).
Crece en uno de los ambientes más hostiles que tenemos para las plantas: un pedregal que no retiene agua junto al mar que aumenta su salinidad. Para ambos factores perjudiciales la planta se adapta gracias a su capacidad de acumular agua en sus hojas y tallos. Además lucha contra los vientos adoptando una forma más o menos rastrera, decumbente en el argot botánico.
Abajo un detalle de la flor, donde también se aprecia el tallo carnoso con retención de agua:
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