Al blog ya vino este molusco (
pincha aquí) pero sólo para verse su concha, muy bonita por cierto con ese brillo nacarado tan característico. Hoy viene un ejemplar vivo, de los acantilados de Calahonda-Castell, en el que se le puede ver sus dos tentáculos principales, los ojos a los lados y los tentáculos menores, de naturaleza sensorial, que tiene en los bordes del manto.
La distribución de este gasterópodo marino se extiende desde el canal de la Mancha al norte hasta la costa mediterránea de la Península. En Francia se le ha protegido debido al abuso en su recolección ya que, como se ha comentado, tiene un nácar muy atractivo en su interior.
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