Por fin he conseguido inmortalizar a este neuróptero. Lo digo porque es de los insectos más fáciles de identificar en vuelo debido a sus alas posteriores (de ahí lo de bipennis o dos plumas) tan singulares, que las usan para "ofrecerselas" a sus depredadores, ya que no les hace falta para volar (o al menos eso he leído).
Es endémica de la Península Ibérica, y ésta es del barranco de Vizcarra, en Calahonda. Según la página de GranadaNatural (
pincha aquí) es poco frecuente en nuestra provincia. Otra de las joyas, pues, de nuestro entorno.
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