martes, 17 de julio de 2012
Dendrophyllia ramea
Con diferencia, para mí, el coral más bonito de nuestra costa. Y por culpa de esta belleza está muy amenazado. De hecho, su hábitat comienza a partir de 28 metros, donde no llegan los furtivos. Este coral, a pesar de perder la parte blanca (el ser vivo) y el color naranja de su estructura, que pasa a un gris sucio, se usa como adorno en bares y restaurantes especializados en pescado.
Está catalogada como vulnerable, es decir, se ha de tomar medidas urgentes para conservarlo. Entre ellas una mayor vigilancia para que no se practique la pesca en zonas que, precisamente, está prohibido pescar como en los acantilados de Calahonda-Castell, catalogados como lugar de interés comunitario (L.I.C.), ya que los sedales de pesca son uno de sus principales enemigos.
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