La albaida es una planta realmente abundante, y cuando se aprecia su abundancia es en primavera, pues tiñe las laderas de los suelos calcáreos en los que vive de color amarillo.
Forma parte de una estructura denominada garriga, que los botánicos reconocen como una extensión de suelo deteriorada que antiguamente era un encinar.
Las garrigas son formaciones de matorrales muy densas, de difícil acceso, que indican que en los alrededores de Motril había muchos bosques.
En la imagen se aprecia el detalle de una flor, que nos indica que pertenece a las Fabáceas o papilionáceas.
Preciosa, pásate por mi blog, que te he dejado un regalito. Besos
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